La felicidad se caracteriza para cada quien de diferente forma; a) como un estado de ánimo, b) como una secuencia de momentos que nos completan. Y la verdad es que yo me inclino por la opción b, sobre todo porque los estados anímicos pueden variar en pocas horas, minutos, semanas, etc, mientras que una secuencia de cosas que nos completan nos logran hacer feliz, más que nada porque hace ese momento feliz más duradero. Aunque es más que obvio que la felicidad es un concepto personal.
Hay personas que creen que ser feliz o estar feliz es un derecho o es una decisión propia, pero la verdad es que no, tú no decides estar/ser feliz por un rato, porque también depende de qué estés pasando en tu vida para que la misma te permita estarlo. Yo creo que la felicidad y el poder estar feliz es un proceso que se va dando inconscientemente, a veces puede que tú le apoyes haciendo cosas que te gustan hacer y que te completan, pero es más que cierto que no siempre puedes hacer esto mismo.
La felicidad es una clase de "emoción" que se experimenta al haber alcanzado alguna meta, y con "meta" me refiero a cualquier cosa que queramos lograr (por más insignificante que sea). Ejemplo; poder ir caminando hacia un destino muy lejos.
La felicidad es la emoción que nos sale de adentro, aquella que no tiene que ser desmentida o falsa, porque cuando tú sonríes estás demostrando qué tan a gusto te sientes con tal cosa, siempre y cuando sea una sonrisa de felicidad (aunque sea felicidad momentánea).
El estar feliz no ha de ser duradero siempre, sobre todo porque la felicidad puede representarse unos segundos y a los otros ya no.
Es estar conformes con nosotros mismos, disfrutar de lo que tenemos a nuestro alrededor, saber valorar, aceptar lo que nos hace feliz... ¡Hacer lo que nos gusta!
Para alcanzar la felicidad sigue los siguientes pasos;
a) Piensa menos y siente más (recuerda que la felicidad casi siempre es momentánea, por lo que deja tu cabeza a un lado y sigue a tu corazón).
b) Habla y a la misma vez escucha.
c) Juzga lo menos posible y acepta a los demás y a las cosas que te desagradan, pero siempre y cuando creas que está bien eso que te desagrada aunque tú no lo apruebes nada más que por tener distintos gustos, costumbres, etc.
d) Aprecia en más cantidad lo que tienes contigo en tu vida, tal vez es eso lo que podría causarte la emoción de estar feliz, sólo que anteriormente no lo habías visto con otros ojos.
e) Teme menos a las cosas, enfréntate a ellas y... ¡ama más!
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