sábado, 26 de septiembre de 2015

Published 14:58 by with 0 comment

ᅝᅝ ᅝ☼ ¿Cuán importante puede ser la Libertad de Expresión para uno mismo?

Es tan importante para uno mismo poder expresarse libremente, tan así que todo el tiempo lo estamos haciendo. Cuando decidimos que queremos algo, cuando votamos para el próximo presidente del país, cuando tenemos una discusión con nuestras amistades, en fin; todo el tiempo. Poder expresarnos libremente nos hace bien, sobre todo porque nos ayuda a desahogarnos cuando tenemos qué, nos ayuda a que las demás personas puedan conocer nuestros puntos de vista, a poder hacernos entender libremente sin importar qué. Aunque bueno, para todo hay un límite y no debemos sobrepasarlo, porque una cosa es expresarse libremente, y otra es hacerlo con intenciones de causar daño o con segundas intenciones. 
Toda libertad de expresión merece y tiene explicación, y mientras ésta sea entendible, pues sin duda alguna beneficiará. Expresarse libremente es tan, tan importante, que hacerlo nos define como personas, porque dando nuestros puntos de vistas y expresando lo que queremos, deseamos y vemos, podemos darnos a entender mejor. Podemos decir qué queremos, qué pensarnos, hacernos entender... Es tan necesaria la Libertad de Expresión, que sin ella no seríamos (no literalmente) nada. 
Read More
      edit

viernes, 18 de septiembre de 2015

Published 16:57 by with 0 comment

ᅝᅝ ᅝ☼ Expectativas a de la vida.

Desde que somos pequeños nos dan expectativas de vida que no son reales. Desde que vemos aquellas primeras series de dibujos animados con vidas felices y con palabras lindas. Con trabajos seguros y finales de "Y vivieron felices por siempre". Pero... ¿cuándo es que nos damos cuenta realmente de cómo es la vida? ¿Por qué no nos preparan (realmente y literalmente) desde pequeños para tener una idea? Es tan grande el cielo de colores que nos pintan, que al momento de ver las cosas tales como son quedamos de boca abierta. Tan así que ningún niño podrá entender ni entenderá algún día cuando sus padres le dicen que no cuando quieren algo. Y que ese "no" a veces significa: a) no hay dinero, b) no me da la plata, c) no quiero comprártelo, d) debes aprender a no ser caprichoso/a, y aunque la mayoría de los padres creen que la opción "correcta" es la D, se están equivocando, porque si crías a tu hijo caprichoso, luego así por así no le sacarás los caprichos. La opción que deberíamos tomar es la B un poco mezclada con la D. Luego, cuando vamos haciéndonos un poco más grandes, nos vamos dando cuenta de que no todo es pintado de colores de rosas y que debemos luchar por lo que queremos. Lo de "Santa siempre te está viendo" es otra expectativa más, porque por ahí el niño se hace la cabeza con que es posible vivir en los cielos o anda a saber dónde. Es cierto que es lindo tener la ilusión, pero si nos ponemos a pensar más a fondo, todo se basa en cosas irreales. 
Luego nos ponemos más viejos y continuamos viendo expectativas falsas. Comenzamos a darnos cuenta que los milagros la mayor parte del tiempo no existen y que debemos luchar por exactamente todo. Que los finales felices no son reales porque nunca hay un final, pues puede pasarte algo malo hoy y tal vez mañana eso se resuelva, pero la vida sigue y tal vez los momentos malos también. Nos damos cuenta que en las relaciones amorosas siempre hay problemas, que con nuestra familia también las habrán y los hay siempre. Que no todas las veces saldremos victoriosos y que las expectativas se van yendo hasta que realmente sabemos qué es el mundo y comenzamos a crear nuevas con lo que vamos aprendiendo, investigando y experimentando. Cuando realmente sabemos cómo es el mundo (aunque nunca lo sabremos totalmente), es ahí cuando comenzaremos con nuevas expectativas más realistas. 


REFLEXIÓN: 

Cuando sabemos realmente qué hay alrededor de nosotros y sabemos cuáles son las consecuencias de vivir, es ahí cuando debemos tener en claro lo siguiente: "Piénsalo. Inténtalo. Fracasa. Inténtalo otra vez. Fracasa 100 veces más. Sigue intentándolo. ¡Triunfa!". 
Read More
      edit

jueves, 10 de septiembre de 2015

Published 16:50 by with 0 comment

ᅝᅝ ᅝ☼ Etiquetas Sociales; ¿estamos rodeados de ellas?

Las etiquetas nos rodean todo el tiempo y todos los días, tan así que las mismas están en todos lados y hasta en las cosas menos significativas, pero estamos tan acostumbrados (y a la vez no lo estamos) a escucharlas y pasarlas por alto, que hasta la mínima palabra puede serlo. Los ejemplos más comunes están cuando fallas en algo, cuando algo te sale mal o, tal vez, cuando dices algo o te pareces a alguien. "Narizona" (la que tiene nariz grande), "Tortillera" (la que tiene diferentes preferencias sexuales), "La Chueca" (la que tiene alguna condición física), y es así como la lista de prejuicios y etiquetas crece y crece. Esta es la realidad, y aunque reflexionemos y veamos que así es exactamente, también sabremos que nosotros mismos ponemos dichas etiquetas, tal vez no intencionalmente, pero sí. Queramos aceptarlo o no, sabemos que diferenciamos a las personas y al mundo mediante etiquetas, y ponemos a estas personas en "categorías". A veces esas etiquetas son personales (nadie más que tú sabe que a tal chica le dices de una forma y a tal chico de otra), aunque en el fondo sabemos que si salieran al aire lastimarían, y viceversa con las personas que podrían llegar a tener etiquetas de nosotros mismos. Yo creo que lo peor de las etiquetas es que cuando te ponen una a ti mismo (y tú lo sabes) y te molestan con ella, al fin y al cabo terminas siendo lo que la etiqueta dice, sobre todo porque no podemos evitarlas en ese sentido. Etiquetar a las personas es una "opción" de simplificar el acordar a las mismas, tanto de buena como mala intención.  

La verdad es que ponemos etiquetas todo el tiempo, porque si te digo que una persona es "Dark" o "Emo", en tu mente ya aparece una persona vestida y maquillada mayoriamente de negro, con ropa negra y escuchando música pesada, ¿no? Y eso es porque ya tienes una imagen de cómo suelen ser esas personas. En otras palabras; ya tienes una etiqueta. La "Puta" es la que anda con poca ropa, mostrando su cuerpo y, tal vez, vendiéndolo, y si así lo pensamos es porque tenemos una etiqueta más. Es normal, más que nada en la sociedad actual; en la que nos rodea y de la cual formamos parte. Tendríamos que evitarlas o al menos no usarlas. 

REFLEXIÓN: 

Es cierto eso de "Las etiquetas son para la ropa", más que nada porque más allá de tener nuestras preferencias o dificultades/virtudes todos somos humanos y tenemos que entenderlo. Mejor vamos a esforzarnos en conocer mejor a las personas y hagámonos etiquetas solamente personales pero con una definición sincera y honesta. No, mejor no, mejor hagamos etiquetas pero no con unas simples dos palabras, mejor que esa etiqueta sea como una oración o algo de esa persona que te guste, que ese "algo" te recuerde a ese ser humano. Que esa etiqueta sea algo que valga la pena recordar, y que cuando pienses en esa persona puedas recordar lo "bueno" que hay en ella. 
Read More
      edit

jueves, 3 de septiembre de 2015

Published 17:12 by with 0 comment

ᅝᅝ ᅝ☼ Decepciones... ¿Culpa nuestra o de las personas que nos rodean?

¿Cuántas personas estarán allí afuera? ¿Cuántos tipos de las mismas hay? Es cierto que son muchas, y también es cierto que personas hay de todo tipo y que tenemos que dejar de creer en el Zodiaco y poder hacernos nuestra definición de cada una de ellas. Personas hay de todas clases en el mundo, y a veces es difícil meternos en la cabeza que personalidades también hay un montón y que jamás (literalmente) aprenderemos ni sabremos realmente cómo evitarlas. Es irónico, porque aunque no podamos darnos cuenta de cómo son muchas de las personas que a veces tenemos frente a nosotros, tenemos que tener en mente que podemos reflexionar y, tal vez, luchar para que esa chispa se prenda y podamos saber bien a qué y a quién valorar para recibir valor, ¿no creen? Es difícil contar cuántas decepciones podemos llegar a tener en toda nuestra vida, pues desde que somos pequeños las tenemos. Desde que nuestra/o supuesta/o amiga/o nos planta o simplemente nos "deja" por alguna otra persona en la primaria, desde que no nos cumplen las promesas de "Sí, te compraré eso", y aunque pueda llegar a sonar inmaduro o tonto, es verdad, y la verdad es la que nos rodea siempre. Las decepciones son las que a veces pueden llegar a ahogarnos durante nuestra existencia, es más, a veces son las situaciones más abrumadoras que podremos llegar a tener, y más aún sin son por parte de las personas que realmente queremos. ¿Es nuestra culpa por haber elegido "mal" a la persona, o simplemente dimos mucho de nosotros mismos generando así mucha confianza? Es raro que me haga estas preguntas con mi corta edad, es más, puede hasta llegar a ser preocupante porque además de eso estoy apenas comenzando mi adolescencia, pero personalmente creo que es muy importante comenzar a pensar en estas cosas. No subestimando todo, pero sí. 
Tal vez necesitamos sentirnos queridos y damos mucho de nosotros, a veces porque simplemente nos hace falta, por lo que damos mucho sin ver las consecuencias. A veces simplemente no tenemos suerte, no es nuestro momento y debemos entender que tenemos que esperar. Otras, simplemente tiene que acabar de alguna manera, por lo que nos decepcionamos pero sin ser exactamente la culpa de la otra persona o la de nosotros mismos. Tal vez es porque falta de experiencia, quién sabe. Como ya saben es obvio que de las decepciones se aprende, porque éstas nos ayudan a abrir nuestros ojos y a ver el mundo de otra forma. No pienses que te hacen mal, piensa que tal vez te equivocaste confiando mucho en esa persona o simplemente que fuiste tú el que se equivocó, no; piensa que de los errores se aprende y que todos somos humanos para tener segundas oportunidades. Tal vez la persona que te decepcionó era la que menos esperaba que lo hiciera, pero si fue así sólo piensa que luego habrá otra oportunidad para ti. Nada más en esa próxima vez deberás abrir más los ojos. 

REFLEXIÓN:

Cuando suelen decepcionarnos solemos "cerrarnos" sentimentalmente, sobre todo si la persona que nos decepcionó tuvo una relación amorosa con nosotros. Aunque nos cueste admitirlo, no simpre son esas personas las que tienen la culpa, y más aún porque una relación es de a dos y ambos deben poner de cada uno... Decepcionarse es común de la vida y yo, sinceramente, apenas recién me estoy dando cuenta de ello, pero supongo que con el paso del tiempo lo entenderé. Nada más quiero dejar el mensaje de que no te cierres, porque poco a poco y con la ayuda de la gente que realmente quieres podrás superarlo, y aunque suene "duro" así será. No se olvidará porque nada se olvida, simplemente lo pasarás y aprenderás a vivir con ello. 
Read More
      edit